La Palabra Gocho Como Un Insulto
Hasta hace poco tiempo pude observar que las personas de gentilicio tachirense se dejan llamar "gocho" ya no hacen rabietas o cualquier otra cosa para defender su honor, con esto no quiero decir que seamos todos, pero si una importante cantidad de personas.
Pero todo esto no se queda acá incluso desde hace relativamente poco, sacamos pecho, tomamos aire e idiotamente sonreímos, cuando nos dicen que somos unos puercos, porque gocho es eso, otra manera de nombrar al cerdo, al cochino, al marrano.
La palabra gocho tiene este significado desde 1734 por la Real Academia Española de la Lengua durante 27 ediciones de su diccionario, como puede verificarse buscando la palabra en el Nuevo Diccionario Lexicográfico de la Lengua Española
Incluso existen artistas que se dan a la tarea de echar sus chistecitos de "Gochos" como es el caso de Emilio Lovera, que creyendo que haciendo burla a nuestro gentilicio será mas gracioso. En mi caso particular no pienso de igual manera pues veo que no tiene gracia cada vez que se para hacer un "Stand Up Comedy", alguien deberia decirle que no sirve para eso en serio deberia seguir siendo personaje comico de reparto.
En conclusión, arremete el que puede y no el que quiere, como reza el adagio popular. Sin embargo, las diligencias quedan hechas con sangre para el interminable solaz del escarnio. Perfil poblado de bajezas humanas, el insulto muestra con dolor lo que adeuda a la ira, lo que posee de justicia. Entre una y otra, dibuja el retrato hablado de nuestras pasiones, débiles y fuertes, cuando ya no somos capaces de congeniarlas con la razón y los sentimientos nobles. Entre la justicia y la ira, el insulto sondea el latido de los hombres y de los pueblos para hacerse castigo justo unas veces, y otras, quizás las más, desmesuradas iracundia. Insulta el que puede y no el que quiere –se dice-; sin embargo, reconocer que casi siempre nace el insulto de un querer que no se puede, nos acerca al más vil secreto del polvo que son los hombres. En definitiva, palabras creadas por los hombres para hacerse polvo con sus propias palabras.
Pero todo esto no se queda acá incluso desde hace relativamente poco, sacamos pecho, tomamos aire e idiotamente sonreímos, cuando nos dicen que somos unos puercos, porque gocho es eso, otra manera de nombrar al cerdo, al cochino, al marrano.
La palabra gocho tiene este significado desde 1734 por la Real Academia Española de la Lengua durante 27 ediciones de su diccionario, como puede verificarse buscando la palabra en el Nuevo Diccionario Lexicográfico de la Lengua Española
Aceptación del Apodo
Un estudio de una importante universidad Regional puso en evidencia que un 55% de esta muestra le desagrada que lo llamen gocho. El mencionado estudio incluyó además la consulta a un panel de expertos de San Cristóbal, mayormente en lingüística y artes, si bien no incluía expertos en mediciones estadísticas científicamente sustentables, o que demostrasen no tener prejuicio o sesgo respecto al uso del término, quienes afirmaron conocer entres otros los siguientes significados al término: cochino, que le falta una oreja (o parte de la misma) y que designa gocho comúnmente a las personas nacidas en el Táchira.Incluso existen artistas que se dan a la tarea de echar sus chistecitos de "Gochos" como es el caso de Emilio Lovera, que creyendo que haciendo burla a nuestro gentilicio será mas gracioso. En mi caso particular no pienso de igual manera pues veo que no tiene gracia cada vez que se para hacer un "Stand Up Comedy", alguien deberia decirle que no sirve para eso en serio deberia seguir siendo personaje comico de reparto.
Situación del uso de la palabra en otros lugares del país
La voz Gocho asienta su carga insultante en el habla de Venezuela como la persona de escasa inteligencia y torpe en sus actuaciones. Desplaza, además, su campo de designación a escenarios del coloquio que nada tienen que ver con su raíz semántica Tachirense o Andina. Así, el frecuente oír, especialmente en caracas y la región central, unidades fraseológicas como: “no seas gocho”, “tu si eres gocho” y “que gocho”, referidas a alguien que ha cometido una torpeza, en independencia de la asociación gentilicia de la voz. También ha generado un campo léxico por derivación, en donde destacan: Gochada y Gocheria, para marcar acciones, torpeza o falta de inteligencia cometida por algún gocho.En conclusión, arremete el que puede y no el que quiere, como reza el adagio popular. Sin embargo, las diligencias quedan hechas con sangre para el interminable solaz del escarnio. Perfil poblado de bajezas humanas, el insulto muestra con dolor lo que adeuda a la ira, lo que posee de justicia. Entre una y otra, dibuja el retrato hablado de nuestras pasiones, débiles y fuertes, cuando ya no somos capaces de congeniarlas con la razón y los sentimientos nobles. Entre la justicia y la ira, el insulto sondea el latido de los hombres y de los pueblos para hacerse castigo justo unas veces, y otras, quizás las más, desmesuradas iracundia. Insulta el que puede y no el que quiere –se dice-; sin embargo, reconocer que casi siempre nace el insulto de un querer que no se puede, nos acerca al más vil secreto del polvo que son los hombres. En definitiva, palabras creadas por los hombres para hacerse polvo con sus propias palabras.
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